POEMAS BARBA JACOB

CANCIÓN DE LA VIDA PROFUNDA

Hay días en que somos tan móviles, tan móviles,

como las leves briznas al viento y al azar...

Tal vez bajo otro cielo la Gloria nos sonría...

La vida es clara, undívaga, y abierta como un mar...

Y hay días en que somos tan fértiles, tan fértiles,

como en Abril el campo, que tiembla de pasión;

bajo el influjo próvido de espirituales lluvias,

el alma está brotando florestas de ilusión.

Y hay días en que somos tan sórdidos, tan sórdidos,

como la entraña obscura de obscuro pedernal;

la noche nos sorprende, con sus profusas lámparas,

en rútilas monedas tasando el Bien y el Mal.

Y hay días en que somos tan plácidos, tan plácidos...

-¡niñez en el crepúsculo! ¡lagunas de zafir!-

que un verso, un trino, un monte, un pájaro que cruza,

¡y hasta las propias penas! nos hacen sonreír...

Y hay días en que somos tan lúbricos, tan lúbricos,

que nos depara en vano su carne la mujer;

tras de ceñir un talle y acariciar un seno,

la redondez de un fruto nos vuelve a estremecer.

Y hay días en que somos tan lúgubres, tan lúgubres,

como en las noches lúgubres el llanto del pinar:

el alma gime entonces bajo el dolor del mundo,

y acaso ni Dios mismo nos pueda consolar.

Mas hay también ¡oh Tierra! un día... un día... un día

en que levamos anclas para jamás volver;

un día en que discurren vientos ineluctables...

¡Un día en que ya nadie nos puede retener!

Autor:  Porfirio Barba Jacob   

EL REFLEJO DE MI PRIMER AMOR

Estos días en la playa fueron unas vacaciones estupendas, Aunque como en todo viaje siempre ocurren incidentes que te dejan sin mente y un poco aburrido, les empezare contando la historia de mi primer amor que llego de improvisto causando en mi una gran confusión, ya que en ese momento estaba pasando por una situación difícil con mi novia a quien no quería, simplemente admiraba, pero por el miedo de que cometiera algo dañino para ella me resistía a la idea de dejarla, y de poderme enamorar verdaderamente. Todo ocurrió en una mañana del año 2008, me encontraba en la playa un poco pensativo y cansado, admirando el hermoso amanecer que cada ves mas se exponía ante mi reflejo, en ese instante presentí en mi corazón que algo extraordinario estaba a punto de suceder, pero no hallaba el porque, al fin y al cabo mi vida no era un tesoro que yo cuidara, pues todo para mi era un suceso que pasaba y no volvía a renacer. Quizás mi pensamiento se basaba en hechos irreales producto de mi imaginación. Decidí proseguir con mi vida sin dejarme dominar por sentimientos tontos, pues ya tenía muchos problemas como para meterme en más.

Seguí mi rumbo, directo a la solución de mis conflictos, pensando en la crueldad de la vida, pero al anochecer toda mi vida tomo un sentido diferente, al ver la silueta de una hermosa mujer que con sus destellos de luz me iluminaron en la nebulosidad del crepúsculo. Su pelo era negro y lizo, sus ojos verdes y muy profundos que me hacían temblar al verla lagrimear, cogí osadía y me acerque y con un acento amable le dije cualquiera que sea tu problema no me lo vallas a contar pero te digo tu vales mucho para llorar, la mujer me miro y sonrió, y con una voz dulce me invito a sentarme, me conto su vida y me admire al pensar que una mujer tan bella que es una doncella no este en su castillo con su príncipe azul, me pregunte ¿ tal vez pueda ser yo?, pero no me consideraba lo suficientemente hombre como para darle todo mi amor, aun sabiendo que me encontraba comprometido, por un momento lo pensé, pero al ver su espesura decidí arriesgarlo todo por lograr un momento inolvidable entre los dos, aunque solo para mi pudiera ser un juego de amor…pasaron unos minutos y decidí contarle mi historia quería ser lo suficientemente sincero con ella, lo que no he sido capaz de hacer con las demás. Desnude mi alma ante ella y me comprendió perfectamente, quise besarle y sentir su piel sobre mi cuerpo, en ese instante el sol empezaba a exhibirse ante los dos, y su figura empezó a desvanecerse, grite y grite, no quería que se marchara aun de mi vida. Cuando desperté me encontré tirado en la arena, con la única expectativa de que todo fue un sueño, algo que no se volvería a repetir, sentí una gran decepción. Pero me dejo una enseñanza este suceso me podría ayudar a aprender a amar de verdad.

Autor : Astrid Carolina Rada Restrepo

ENTRE ESCOMBROS ( BUSCANDO UNA SALIDA)

A veces me pregunto ¿Sera que el hombre es de naturaleza corrupta o la sociedad lo corrompe?. Todo al principio parece hermoso, puro y sin mancha alguna, pero con el tiempo todo empieza a cambiar, al dejarnos dominar por sentimientos perversos como el odio, el rencor, y la envidia que hacen de nosotros personas inmorales y sin escrúpulos, dejando nuestros sueños y anhelos a un lado, sin darle alguna importancia a nuestro futuro y lo que en realidad queremos ser.

Me toco pasar por muchas calamidades para comprender y entender que la vida depende de todo aquello que nosotros hagamos, que todos nuestros actos llevan una consecuencia acuestas ya sea buena o mala. En mi infancia siempre fui un niño alegre que disfrutaba de todo, desde las pequeñeces de la vida como jugar en el pantano o correr bajo la lluvia, pero con el transcurso de los años mi vida fue tomando un rumbo diferente, ya no era feliz, ya esas cosas simples de las que disfrutaba en el pasado no me satisfacían, todo para mi era desdicha desde tener que levantarme hasta el punto de tener que cerrar mis ojos para volver a ver un nuevo día, muchas veces quise cambiar y ver la vida con una perspectiva diferente pero era imposible, me encontraba hundido en la espesura de un foso en el que me tocaba arriesgar mi existencia para conseguir las cosas de una manera facilista, creyendo que con un arma demostrando poderío, Bajo el efecto droga o simplemente disfrutando del placer del sexo con cualquier mujer podría llenar los vacíos de mi alma, envolviéndome cada día mas en el mundo de la delincuencia común

Todo empezó en el año de 1995, cuando aún era un adolescente, en mi barrio habían dos bandas enemigas una era llamada “los gamberros”, y la otra “los kawis” buscaban alcanzar el poderío de la zona, durante un tiroteo entre las pandillas, mi hermana murió a causa de uno de los integrantes de “los kawis”, este suceso me lleno de mucha ira y ganas de escarmiento, por esto decidí unirme a “los gamberros” y dar todo de mi para vengarme de los homicidas de mi hermana, paso el tiempo y me convertí en uno de los duros del barrio, mi nombre era escuchado en todas partes, me sentía satisfecho de ser alguien tan reconocido aun sabiendo que era menos que basura ante la sociedad . 
Un día mientras estaba en una discoteca me encontré de frente con el hombre que me había arrebatado a mi hermana, quise resistirme y no sacar de mi toda la furia que guardaba en mi corazón, pero era algo inevitable la sangre de mi hermana clamaba ante mí con sed de venganza, le dispare, pero no corrí con la suerte de poder huir, en ese instante llegaron las autoridades y hoy me encuentro pagando mi condena en una cárcel de máxima seguridad por todos los delitos y pecados cometidos, y ahora en mi desesperación desearía poder retroceder el tiempo y cambiar mi vida llena de escombros y de ruina por un hermoso palacio o por lo menos por una casa confortable llena de amor y seguridad.

Escritora : Astrid Carolina Rada Restrepo